Que los cumplas feliz



No empezaré con frases manidas del estilo, “un año desde que empezamos esta maravillosa aventura”, “gracias por leerme”, “los amo my  little monsters” y otras estupideces. (No se me dan bien los halagos.   Cada uno sabrá lo que hace. Si quiere frases hechas, váyase a otro blog. El Canguro está para otras cosas.)
Pero volvamos a lo importante.
 En este año ha pasado de todo. Y el Canguro se ha llenado la boca hablando de los temas más variopintos: desde economía, hasta monos, pasando por Virginia Woolf, el conocimiento científico o la Navidad. Y es que como buen Canguro, no paro de saltar de un lugar a otro (¿será terror al compromiso?).  
Pero, algunos se preguntarán… ¿Y qué tenemos para el año que entra?
                Desde ya que la cosa está complicada. Sí. El mundo. La economía y todos nosotros en general. Pero intentaremos no sumarnos a ola de pesimismo que domina España en este momento e intentaremos seguir con el espíritu crítico, constructivo y, tal vez, un poco humorístico. Sí. Basta de pálidas. De malas noticias. Aquí estamos para intentar entender las cosas y ¿por qué no? Cambiarlas.

                Por eso en este año que entra, seguiremos explorando temas novedosos, algunos de ellos, aparentemente desconectados con nuestra realidad cotidiana pero muy útiles para entender el  mundo en que vivimos.
En definitiva, lo que queremos es dejar de suponer que todo viene dado.  No está mal ¿no?
                En el terreno más práctico debo contarles que renovaremos el arte. Pero ojo. Me tomaré mi tiempo. No me da el cuero para un cambio radical mañana mismo. Y obviamente aceptamos sugerencias y propuestas de cualquier tipo. Confieso que ando un poco perdido en este sentido.
                Y por último, no abandono mis olivas, ni mi vermuth por nada del mundo.
Animo al lector a que haga lo mismo. Con un Gancia. Un Fernet o el orujo que más le guste.
                Porque… ¿qué es la vida sino un puñado de momentos lindos e intrascendentes?
Así que ya sabe. Se viene un gran año. No baje los brazos. Ríase e insulte si lo necesita.
¡Salut!
Pd: solo una advertencia. ¡Se viene un ladrillazo!